¿Te sientes mal cuando dices que No?
10 de Diciembre, 2018 por Anna Becerra
Seguro que más de una vez te has visto en la siguiente situación: un amigo te pide un favor y a ti realmente no te apetece hacérselo; en cambio, sin pensar en las consecuencias negativas de decir que ‘’SÍ’’, aceptas. ¿Por qué? ¿Por no sentirte mal contigo mismo? ¿Por no fallarle a esa persona?
Tranquilo, existe una capacidad humana y una palabra mágica que sirve para evitar estas situaciones: la capacidad se llama Asertividad, y la palabra: un ‘’NO’’ bien rotundo.
Aprender a decir que no, no conlleva a que cuando digas que no o renuncies a una petición de un favor, te vayas a sentir bien. Mucha gente me dice en consulta ‘’tengo que aprender a decir que no porque me siento muy mal cuando lo digo’’. Es normal porque las personas tenemos emociones, y cuando tenemos que rechazar algo que nos piden nos da un poco de pena.
![¿Te sientes mal cuando dices que no?](https://cdn.bitrix24.es/b17597991/landing/bfa/bfa6e59671a6458f7451ae26d2c2bd76/imagenes-de-autoestima-para-el-pin_2x.jpg)
La asertividad
Como hemos dicho al principio, saber decir que no depende de una gran capacidad que tenemos como personas: la asertividad. En la base de la asertividad se encuentra el saber que tenemos derecho a pedir lo que queremos, lo que preferiríamos que pasase, a decir que no, a decir no me interesa, a cambiar de opinión sin necesidad de justificarnos a cada minuto… Siempre sabiendo que el otro tiene sus derechos personales igual que tú también los tienes.
Hay muchas técnicas asertivas que nos ayudan a saber decir que no, mi preferida se llama ‘’el disco rayado’’ y consiste en repetir una y otra vez tu opinión sin añadir más información. Por ejemplo: “lo siento, pero hoy no puedo hacerte la guardia…, sí, entiendo, pero hoy no puedo…, lo sé, lo siento de veras, pero hoy es imposible…” Sin entrar en excusas o justificaciones ya que si lo haces, la otra persona podría dar la “vuelta a la tortilla” y hacerte ver que ella tiene motivos más importantes de los que tu expresas.
Así que SÍ es posible aprender a priorizarte y saber decir que no, ¡y estás en todo tu derecho! Y si te cuesta, hay muchas técnicas que te ayudarán a tomarlo como costumbre. Empieza a practicarlo y a la larga verás que bien te sienta 😉.
Muchas gracias,
Anna Becerra.
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